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REPORTAJE. ARTE SIN FRONTERAS
INFORMACION 9 deAbril 2006
Una fiesta por la cultura
Centenares de personas recorren el centro de Alicante en protesta por
la suspensión del III festival divulgativo «Alacant Desperta»
Distintos colectivos culturales que sueñan, crean, imaginan y únicamente
solicitaban al Ayuntamiento «un lugar con el que compartir todas
estas experiencias» salieron ayer a la calle para protestar por
la negativa del alcalde a la organización de la III edición
«Alacant Desperta». Y para todo ello, se disfrazaron, rieron
y se divirtieron en la «mani-fiesta-acción» que organizaron
y extendieron a todo el centro de la ciudad entre música, timbales
y bailes, demostrando que existe un arte «que va mucho más
allá del teatro Principal o el Arniches».
JUAN JOSÉ PAYÁ
Un momento
de la concentración «Alacant Desperta» que recorrió
ayer el centro de Alicante
La cultura no conoce de fronteras pero sí de barreras.
Y una de ellas fue la que precisamente impidió el arranque de la
III edición de «Alacant Desperta». Un espacio multicultural
en el que se abordan distintos campos de la literatura, teatro y otras
artes dando un paso más allá de «la cultura imperante
y que hacen el teatro Arniches o el Principal porque aquí se promociona
a artistas y proyectos de nuestra tierra» asegura la organización.
El pretexto que ha impedido su celebración en
el castillo de San Fernando y que se conoce desde el domingo 5 de marzo,
«injustificado descaradamente» para buena parte de los consultados
en la protesta, ha sido el peligro al que se exponían los parques
de la zona. Pese a todo, no ha habido «ningún informe negativo
en cuanto orden públicos o destrozos» respecto a otras ediciones
anteriores.
Ante la tormenta reinante, centenares de personas convocadas
por la plataforma «Alicante desperta» y, venidas de distintos
puntos de la provincia, salieron a la calle haciendo uso de sus mejores
armas: sonrisas, juegos, bailes y música que no cesaron, amplificando
su protesta a todas y cada una de las principales calles por las que circularon
el riachuelo humano.
La «fiesta» partió del instituto Jorge
Juan y discurrió por las calles Benito Pérez Galdós,
Salamanca, Renfe, Maisonnave, Paseo de Federico Soto, Plaza de los Luceros,
Alfonso el Sabio, Constitución, Duque de Zaragoza y Altamira hasta
finalizar frente al Ayuntamiento. Al trayecto se añadieron distintos
actos culturales como una emotiva lectura en el Mercado Central, en recuerdo
de todos los caídos en aquel trágico bombardeo sufrido en
la Guerra Civil Española.
De principio a fin, la marcha callejera mostró
el vivo pálpito de unos artistas que no piensan desfallecer ahora,
dispuestos a luchar y reivindicar un festival cultural alicantino que
está más despierto que nunca.
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